12 Dic El Juicio Final de Marco Augusto Dueñas en Córdoba.
Esculpido por el cordobés Marco Augusto Dueñas, con 24 años, entre 2001-2003, de 10 metros de alto y 4 metros de ancho se encuentra en la ciudad Córdoba, España.
Marco Augusto Dueñas ha realizado un exhaustivo estudio sobre esta obra de Luca Signorelli en la Catedral de Orvieto, yendo a la fuente primigenia del Juicio Final, para su propia escena biblíca en su maestría como Escultor del mármol..
Entre 2001-2003 esculpió este conjunto escultórico de aproximadamente 50 figuras en el municipio de Pietrasanta, la ciudad del mármol en Italia, donde se encuentran las canteras más importantes, en concreto este mármol blanco procede de la llamada Cantera de Miguel Ángel Buonarroti.
Marco, con tan sólo 24 años, con pasión y valentía de juventud ha representado un Juicio Final en escultura, siendo único en el mundo del Arte, con una altura de 10 metros y 4 metros de ancho. Obra encargada por el empresario Rafael Gómez, como regalo a Miguel Castillejo Gorráiz, cura, banquero y mecenas del arte en Córdoba. El Conjunto Escultórico está emplazado en la capilla convertida en Biblioteca del centro asociado de la UNED, siendo la propietaria la Fundación Cajasur, en nuestra ciudad Córdoba. Plaza de la Magdalena, 1.
ProyectoGarlo, por ende Juanjo García López, investigador en Historia del Arte, consideramos que Córdoba tiene en esta capilla religiosa, una de las más impresionantes representaciones del Juicio Final, en mármol blanco de Carrara. Un verdadero hito de la Escultura Contemporánea Actual.
Hemos acudido a las fuentes directamente, como contemplar los frescos en la Catedral de Orvieto, la lectura de estudios históricos y artísticos sobre este testimonio del pintor italiano Luca Signorelli, y el diálogo con el autor actual, el escultor Marco Augusto Dueñas para saber más sobre esta representación escultórica El Juicio Final.
Os presentamos el siguiente audiovisual sobre la obra escultórica en el lugar actual en Córdoba, se puede ir a visitar, preferentemente en horario de mañana, 10h a 14h:
El tema del Juicio Final ha sido una fuente inagotable de inspiración para los artistas a lo largo de los siglos. Marco Augusto Dueñas es un escultor español reconocido por sus obras de gran formato y temática religiosa. Una de sus creaciones más destacadas, y que ha generado gran interés, es este sepulcro que representa el Juicio Final. El sepulcro, tallado en mármol de Carrara, tiene dimensiones impresionantes: casi 10 metros de alto por 4 de ancho. Incluye más de 50 figuras que representan diferentes escenas del Juicio Final, desde la resurrección de los muertos hasta la separación de los justos y los pecadores.
Se reconocen figuras clave como San Pedro, que ostenta las llaves del cielo, y otros elementos propios de la iconografía del Juicio Final.
Las figuras están talladas con gran realismo, capturando la tensión y el dramatismo del momento. En la obra maestra de Marco Augusto Dueñas, el sepulcro que representa el Juicio Final, San Miguel Arcángel ocupa un lugar central y de gran importancia. Este arcángel, según la tradición cristiana, es el encargado de pesar las almas en el Juicio Final y de separar a los justos de los condenados. En la iconografía cristiana, San Miguel suele representarse con una espada flameante, símbolo de su poder para combatir el mal, y con una balanza, instrumento con el que pesa las almas de los difuntos. En el Juicio Final, su figura es fundamental, ya que es quien ejecuta la sentencia divina. Su figura, imponente y majestuosa, se destacaría entre las demás, enfatizando su papel como juez supremo.
Un joven pensador.
En esta obra, el artista explora la complejidad de este tema teológico a través de una multitud de figuras y escenas. Destaca la presencia de «un joven pensador» en la parte inferior derecha, que representa la introspección y la reflexión ante la inminencia del juicio final con incertidumbre y esperanza. Un joven sumido en la reflexión podría representar la angustia existencial que todos experimentamos ante la inminencia de la muerte y el juicio final. Su postura pensativa podría simbolizar la búsqueda de sentido y la incertidumbre sobre el destino final. El joven podría ser una representación universal de la condición humana, expuesta a los mismos temores y esperanzas que todos compartimos. Su figura podría invitar al espectador a reflexionar sobre su propia vida y su relación con la divinidad.
El Fauno.
La figura del fauno en el contexto del Juicio Final, tal como ha sido representado por Marco Augusto Dueñas, es un tema fascinante y poco explorado. La combinación de una criatura mitológica pagana con un evento teológico tan trascendental como el Juicio Final plantea interrogantes interesantes sobre la interpretación artística y religiosa de Dueñas. En la mitología romana, los faunos eran deidades menores del campo, con aspecto mitad hombre, mitad animal, y a menudo asociados con la fertilidad y la naturaleza. En la tradición griega, su equivalente eran los sátiros. Estos seres mitológicos eran conocidos por su carácter hedonista, su amor por el vino y las mujeres, y su conexión con la vida salvaje.
Por otro lado, el Juicio Final es un evento escatológico central en muchas religiones, especialmente en el cristianismo. Representa el momento en que Dios juzgará a todos los seres humanos, separando a los justos de los pecadores. Es un evento cargado de simbolismo y con una fuerte carga emocional. El fauno, con sus connotaciones hedonistas y paganas, podría simbolizar el pecado y la tentación que lleva al ser humano a alejarse de Dios. La presencia de un fauno en una escena religiosa crea una tensión que invita a la reflexión. El fauno, con su naturaleza mitad hombre, mitad bestia, podría representar la dualidad de la naturaleza humana: el bien y el mal, lo espiritual y lo carnal. En el contexto del Juicio Final, podría simbolizar la lucha interna que todos experimentamos entre nuestros impulsos más bajos y nuestra aspiración a la divinidad. Su presencia en el Juicio Final podría servir como un recordatorio de la fragilidad humana y de la necesidad de la redención.
Ángeles con pelícanos.
La inclusión de ángeles con pelícanos en la representación del Juicio Final de Marco Augusto Dueñas es una elección simbólica rica en significado. Históricamente, se creía que el pelícano hería su propio pecho para alimentar a sus crías con su sangre. Este acto de abnegación y sacrificio se asoció con la Eucaristía y la idea de la redención. En el contexto del Juicio Final, el pelícano podría simbolizar el sacrificio de Cristo y la esperanza de la resurrección. La capacidad del pelícano de alimentar a sus crías con su propia sangre también se asoció con la inmortalidad. En este sentido, el pelícano podría representar la vida eterna y la promesa de salvación. El pelícano que alimenta a sus crías puede ser visto como una alegoría de Dios como padre que cuida de sus hijos.
Los Ángeles y el Juicio Final.
Los ángeles, como mensajeros de Dios, desempeñan un papel crucial en el Juicio Final. En la representación de Dueñas podrían estar anunciando el inicio del juicio final, invitando a los fieles a prepararse para el encuentro con Dios. Los ángeles podrían estar guiando a las almas hacia el juicio, ofreciendo consuelo y esperanza a los justos. A pesar de la severidad del juicio, la presencia de los pelícanos podría sugerir que la misericordia divina también está presente, ofreciendo la posibilidad de la redención.
En conjunto, los ángeles con pelícanos en la obra de Dueñas podrían representar una compleja simbología que combina elementos teológicos y mitológicos. La imagen del pelícano alimentando a sus crías podría transmitir un mensaje de esperanza y redención en el contexto del juicio final. Al mismo tiempo, la presencia de los ángeles podría subrayar la importancia de la fe y la espiritualidad en la preparación para este evento trascendental. Al encontrarse en la base de la composición, los ángeles con pelícanos podrían simbolizar los fundamentos sobre los cuales se construye la fe y la esperanza en el juicio final. Podrían representar los orígenes de la creencia en la redención y en la vida eterna, simbolizados por el sacrificio del pelícano. La posición inferior podría sugerir una actitud de humildad y servicio. Los ángeles, al estar más cerca del suelo, podrían representar a aquellos que sirven a Dios y a sus semejantes, encarnando los valores de la caridad y la compasión.
El pelícano, como símbolo de sacrificio y renacimiento, podría representar la base sobre la cual se construye la espiritualidad. Los ángeles, al sostener a estos animales, podrían simbolizar la protección y el cuidado que Dios brinda a aquellos que buscan la salvación. La posición inferior podría indicar una conexión más estrecha con la tierra y la humanidad. Los ángeles, al estar más cerca del suelo, podrían representar la presencia divina en el mundo material y su interés por el destino de los seres humanos.
Su valor artístico y su representación del Juicio Final la han convertido en una pieza de gran interés para el público y los expertos. El Juicio Final es un tema recurrente en la historia del arte, y Dueñas se suma a una larga lista de artistas que han representado este evento trascendental. La obra de Dueñas destaca por su escala y su detallado realismo, convirtiéndola en una representación contemporánea de un tema clásico.
El mármol blanco de Carrara.
El mármol blanco de Carrara es reconocido por su pureza y elegancia, cualidades que lo convierten en un material ideal para representar temas religiosos y espirituales como el Juicio Final. Su color blanco simboliza la pureza y la luz divina. El mármol es una piedra extremadamente duradera, lo que garantiza que la obra de arte perdure a lo largo del tiempo. Permite a los escultores trabajar con gran detalle y precisión, lo que es fundamental para representar las complejas expresiones faciales y las figuras dramáticas que suelen caracterizar las escenas del Juicio Final. Este tipo de mármol ha sido utilizado por los grandes maestros de la escultura a lo largo de la historia, desde la antigüedad hasta nuestros días. Es, por tanto, un material con una gran carga histórica y simbólica.
Fuente de inspiración para El Juicio Final.
Dueñas ha investigado sobre los frescos realizados por el pintor italiano Luca Signorelli ( c. 1441/1445 – 16 October 1523). Vasari en su publicación «VIDAS» nos comenta:
«En la Madonna, iglesia principal de Orvieto, terminó la capilla comenzada por Fra Giovanni da Fiesole, representando todas las escenas del fin del mundo con curiosa y fantástica imaginación: ángeles, demonios, ruinas, terremotos, incendios, milagros del Anticristo, muchas otras cosas por el estilo y, además, desnudos, escorzos y un sinnúmero de hermosas figuras, en cuyos rostros se pinta el terror de ese postrer y tremendo día. De esta suerte abrió el camino para sus sucesores, quienes encontraron salvadas las dificultades que presenta esta manera. Por ello no me extraña que los trabajos de Luca fueran siempre altamente alabados por Miguel Ángel, quien, para su divino Juicio Final de la Capilla, se inspiró en parte en la obra de Luca, en cosas tales como ángeles, demonios y la disposición de los cielos, y otros detalles en los cuales, como todos pueden ver, siguió los pasos del pintor de Cortona».
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