05 May Eustaquio paseando por el Palacio de Congresos Córdoba.
Juan José García López
Licenciado en Filosofía y Letras. UCO.
Presidente de la Asociación Cultural Pro Casa Museo Julio Romero de Torres en Córdoba.
Autor del libro » Diario del Arte «.
El primer paseo de Eustaquio acontece en el antiguo hospital de San Sebastián, actual Palacio de Congresos, acompañado de sus entrañables Guiomar, Rafaé, Petronio, Tomasa y Gertrudis. Esta noche publicaremos unos fragmentos del relato. Gracias. Las fotografías han sido facilitadas por la gerencia del Palacio de Congresos.
Quedamos en el patio de la casa Gertrudis y yo con nuestras amistades ancestrales Guiomar, periodista «jubilado», Tomasa, editora «incansable», Petronio, jinete «vaquero» y Rafaé, diplomático «eterno». Nos tomamos un buen desayuno molinero preparado por Juan y Laura en el patio principal de nuestra casa, ante la mirada soleada de Tiberio, Blanqui, Maia, Aretha y Prudencio. Este domingo solariego en constante celebración con el Festival de los Patios Cordobeses, la casa no participa, pero es constante la llegada de visitantes a la cancela principal, desde el patio sentado en la antíquisima mecedora observo las innumerables sombras que ojean por las rendijas de la puerta forjada en el siglo XVII, recientemente restaurada por Gema.
Desde primera hora de la mañana Juan y Laura han estado organizando los preparativos de la Fiesta de los Corazones del Patio, a ratos van y vienen al salón principal, y a los dos patios secundarios donde este año vamos a organizar el encuentro cultural. En el desayuno molinero hemos estado los seis amigos hablando sobre el rico patrimonio de Córdoba y provincia, y Guiomar con voz pausada nos ha contado la historia de una puerta de la Mezquita, alzada en tiempos de Alhakem II, donde a simple vista se puede contemplar el paraíso terrenal, y aún pervive la restauración realizada en el año 1908 por el escultor Mateo Inurria Laynosa. Tomasa y Gertrudis nos han hablado de la próxima presentación del libro «Mujeres ocultas en el Sahara»; Rafaé y yo hemos estado «ausentes» mirándonos, riéndonos y observando el azul cielo en este día internacional para homenajear la labor de las madres, las nuestras ausentes físicamente más no en nuestros recuerdos vividos, y el de todos los aquí presentes. Vamos rondando los setenta y ochenta años, desgraciadamente nuestras madres y padres no están con la familia. Y Petronio, nuestro amigo de las Caballerizas Reales, ha estado absorto en el diálogo suculento, mientras nos han contado que desde las cinco de la mañana se despierta, yendo a visitar a Celestino y Carbón, para ver si están durmiendo aún y empezar el cuidado diario. Yo he estado en su cortijo en Trassierra durante semanas, Petronio ha compartido conmigo la crianza de sus animales, y estos dos caballos son pura raza española, durante su dilatada vida han logrado numerosos premios, ahora están preparándose para una competición en doma vaquera, la especialidad de mi amigo Petronio, aunque ya ronda los setenta años, sigue tan jovial como cualquier jovenzuelo veinteañero. Ahora recuerdo una promesa alocada para esta Feria de Ntra. Sra. de la Salud, Petronio me ha contado que este año lo hacemos, con Celestino y Carbón irnos los dos a cabalgar por el centro histórico, y colarnos en el patio de los naranjos, y quizás en la Mezquita de Córdoba.
Tras realizada esta entradilla en el Diario del Arte o Secretos de Córdoba, nos dispusimos a caminar los seis hacía la calle Torrijos donde nos recibía el CEO del Palacio de Congresos, Juan. Llegamos con cierta dificultad ante la presencia masiva de visitantes en el entorno de la Mezquita, tanto que nos tuvimos que coger de las manos, recordando así cuando ibamos a la escuela. Rafaé y Guiomar, en lucha constante, iban parando al grupo para explicar anécdotas, historias, sucesos acontecidos aquí y allá en el devenir de las calles, plazas y pasadizos que nos ibamos encontrando en el camino. Tanto fue que al final se nos arrimaron casi treinta personas para escuchar las desaventuras narradas. Son dos bibliotecas andantes, son una delicia viajar por la ciudad así.
Antes de llegar al antiguo hospital de San Sebastián, actual Palacio de Congresos, ubicado en el centro histórico de Córdoba, declarado hace treinta años Patrimonio de la Humanidad, nos adentramos en el Patio de los Naranjos por la puerta de Santa Catalina, haciendo una sosegada parada sentándonos en el poyete al lado de la fuente donde emana el agua del Cabildo Catedralicio. Cuando era muy pequeño recuerdo a mi tio Fulgencio que todos los domingos me traía hasta la fuente para no recuerdo el hecho en sí, lo que si que siempre me llega a la memoria desmemoriada que ya tengo a mi edad octogenaria. Las monjas de un convento cercano también se reunían en la fuente, y una de ellas sobresalía por ser una gran pintora, nacida en Granada, y mi tio Fulgencio siempre me regalaba un trozo de papel y carboncillo para dibujar la fuente, mientras él conversaba con unos señores allí presentes sobre ganado, muebles viejos y cuadros. ¡ Verdad, recuerdos son y bien vividos !.
Guiomar nos retrató con su cámara de fotos, a los seis, y Tomasa recitó un poema homenaje a las flores de mayo, y sus patios. Petronio se nos fue un rato lejos de la fuente, yo creo que estaba viendo por donde entrar con los caballos el próximo día, incluso le preguntó a un vecino de la judería, también apasionado del mundo ecuestre. Rafaé estaba ya impaciente debido a que quería llegar al antiguo hospital de San Sebastián pues le han contado que la reforma ha sido impresionante, y quería visitar la exposición de su amigo Aurelio Teno.
Justamente Juan nos recibió en la puerta de entrada a la capilla del antiguo hospital de San Sebastián, y nos acompañó al restaurante – cafetería El Horno de Mel donde degustamos unos sabrosos dulces con sus cafés, y allí mismo descubrimos todo el buen hacer en la reforma de tan bello edificio construido por el arquitecto Hernán Ruíz I «el viejo» en el siglo XVI (1512-1516), aunque anteriormente fue el Palacio Califal. Mientras seguíamos las explicaciones, otra vez Petronio se ausento, observándolo yo que iba al patio mudéjar, y desde la ventana vi como se acercaban dos espléndios caballos acompañados por jinetes vestidos de gala, al son de la presencia de él. Yo llamé la atención a los amigos, y con sigilo salimos a presenciar este episodio tan maravilloso. Presenciar este encuentro entre Petronio, el patio mudéjar, la escultura de El Quijote de Aurelio Teno, los espléndidos aterciopelados caballos de Córdoba Ecuestre, y sus jinetes si que es comenzar bien este paseo tras tantos meses sin salir de casa. Todo sucedió por la magia y el esfuerzo de tantos años dedicados al mundo de la Doma Vaquera y Doma Clásica, si Petronio ha sido y es una persona estimada, hasta los caballos con solo un gesto de sus manos y un silbido llegaron hasta él para saludarse. ¡¡ Increíble experiencia !!
Tanto fue el regocijo entre todos los allí concurridos, que nos han invitado a ir al espectáculo «Pasión y Duende». Petronio durante toda la mañana estuvo muy feliz, y no se separaba de mi, sin parar de contarme hazañas y anécdotas «ecuestres», y yo escuchando con calma como siempre, pues cuando aprovechaba le hablaba de mi pasión: el Arte. Juan nos acompaño para visitar la exposición Esculturas y Pinturas de Aurelio Teno, y las salas y patios del Palacio de Congresos en Córdoba, y nos planteó la oportunidad de celebrar una comida en El Horno de Mel en la misma capilla. Guiomar y Rafaé fueron los primeros que se pronunciaron, y van a organizar un almuerzo. Tomasa y Gertrudis estuvieron disfrutando de todas las obras de Aurelio Teno, incluso van a organizar una tertulia en casa, y más sabiendo que Narciso, mi hermano menor y yo tenemos seis obras escultóricas de Teno repartidas por toda la casa.
Eustaquio Cassas Murillo, día 06 mayo de 2024 a las 1:10 de la madrugada.
Continuará……….
Escrito por Juan José García López. Escritor, pintor y Gestor Cultural
Fotografías cedidas por Gerencia Palacio de Congresos Córdoba.
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