La beatificación
En enero de 2010 el Papa Benedicto XVI bendijo la estatua de Santa Rafaela María Porras y Ayllón (1850-1925), beatificada por Pío XII en 1952 y canonizada por Pablo VI el 23 de enero de 1977. Estuvieron presentes en la ceremonia los embajadores ante la Santa Sede de España y de Japón; la superiora general de la Congregación de las Siervas, madre Mitsuyo Fukusawa, con sus consejeras, las 16 provinciales y las superioras de las comunidades en Italia, junto a unos 50 familiares de santa Rafaela. También acudió la entonces alcaldes socialista perabeña, María Luisa Wic; la superiora de la casa natal, Pilar Guzmán, y ciudadanos del municipio del Alto Guadalquivir.
Tras la bendición de la estatua se celebró una misa en el Altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana que presidió el arzobispo de Monreale, Salvatore Di Cristina, con quien celebraron igualmente el vicario general de Córdoba, Fernando Cruz Conde; el jesuita Rafael Porras, sobrino nieto de la santa, y otros sacerdotes.
Es de destacar que Marco Augusto Dueñas creó tres encargos importantes para la Basílica de San Pedro en el Vaticano. En 2005 fue invitado a participar en un concurso internacional del Vaticano para crear una escultura de Santa Rafaela María Porras: la escultura, de 4,5 metros de altura y realizada en mármol blanco, está colocada en un nicho externo de la Basílica de San Pedro. En 2010 le pidieron, una vez más, que creara otra escultura para el Vaticano: San Marrón, de 5,5 metros de altura, realizada en mármol blanco de Carrara y colocada en la fachada exterior de la Basílica de San Pedro. En 2019-2020 creó un bajorrelieve de mármol que representa a San Juan Pablo II. En la actualidad está trabajando en varios proyectos escultóricos para El Vaticano, en Roma.
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