“Además del nexo de unión del material que me une con Miguel Ángel, hay otro más: dos de mis esculturas de la basílica de San Pedro se encuentran en dos de las hornacinas que creó él mismo… Es un honor que aún no me creo. Una de mis obras es San Marón, patrón de El Líbano… tras hacer varias obras para la Iglesia Maronita, decidimos crear un Cristo imponente de este material y de una única pieza. Los comitentes sabían de la complejidad, afrontaron los costes y aprovechamos todos la ocasión para realizar este proyecto… un proyecto del que estoy muy orgulloso”.
La importancia del desbaste en la creación del ‘Cristo conciliador’
Además, Marco Augusto ha querido destacar la importancia que ha tenido en la creación de este Cristo el ‘desbaste’ de la obra, lo que implica quitar las partes bastas de la piedra. “Si no se hace bien el desbaste, se puede destrozar el mármol de la obra. Este material es una campana… si trabajas en el pie, la vibración de ese trabajo llega hasta el otro extremo, llega hasta la mano o hasta alguna de las espinas de la corona. Si no trabajas con esa delicadeza y esa ‘sapienza’ puedes llegar a saltarte una parte importante del proceso”.
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